LA VIDA
ES BELLA
AÑO:
1997
DIRECTOR:
ROBERTO BENIGNI
REPARTO:
ROBERTO BENIGNI, NICOLETTA BRASCHI Y GIORGIO CANTARINI.
SINOPSIS:
En 1939 un joven y divertido joven de origen judío llega a la casa de su tío
para trabajar de camarero en el hotel de este, allí conoce a la joven Dora de
la cual se enamora perdidamente, pero esta está prometida con un fascista
llamado Rodolfo. El día de la boda de ella Guido llega a la boda con un caballo
blanco y le declara su amor a Dora rescatándola y escapando con ella. La historia
continua seis años más tarde, en plena
ocupación nazi, con Dora y Guido casados y siendo padres de un niño llamado
Giosuè.
Los nazis
se llevan a Guido y Giosuè a un campo de concentración por su origen judío y
aquí Guido esconde al niño de los nazis e inventa un juego para que Giosuè no
se dé cuenta del horrible lugar en el que se encuentran, cuyo premio es un
tanque si el pequeño supera las pruebas que el padre le pone, siempre
intentando esconder al niño. Al final el niño “gana” su tanque y se reencuentra
con su madre tras la liberación del campo de concentración por parte de los
soldados aliados pero Guido es fusilado por unos guardias cuando intenta ir en
busca de su esposa en las escenas finales.
Célebre
es la frase final de Giosuè ya con voz adulta”Esta es mi historia. Este es el
sacrificio que hizo mi padre. Aquel fue el regalo que tenía para mí”.
OPINIÓN:
Obra maestra del polifacético Roberto Benigni, escritor, director y actor; una
cruda historia creada con maestría ambientada
con tintes cómicos y dramáticos
rodada con tal gusto que hace que cualquiera se enternezca al
introducirse en su devenir.
Benigni
nos presenta na historia dividida en dos partes bien definidas donde el
protagonista utiliza el humor para contrarrestar al horror de la Segunda Guerra
Mundial. Contrapone hábilmente el amor a la bestialidad e incoherencia de la
violencia racista de los nazis, primero en el amor romántico, cuando consigue
casarse con su amada a pesar de que esta estaba prometida con un fascista local,
y después el amor fraternal por su hijo al que mediante un juego consigue que
pase por un campo de concentración sin que el pequeño se diera cuenta de todo
el horror inimaginable que allí ocasionaban los soldados nazis.
Una excelente
obra sin ningún tipo de desperdicio, perfectamente rodada, con los tiempos bien
definidos, una trama con momentos cómicos dentro de un drama trágico. Me recordó
al genial Charles Chaplin en el “Gran Dictador” y me emocioné como hacía tiempo
que no me sucedía en la escena final cuando aparece el tanque de los aliados y
el niño es feliz por haber ganado el premio mayor del juego ideado por su padre.
Un ejemplo más del gran cine que se hace en Europa. Es de esas películas que
después de verlas sientes porqué al cine se le puede llamar “El Séptimo Arte”.
CALIFICACIÓN:
OBRA MAESTRA.
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